Tres metros sobre el cielo es la adaptación española de la novela de Federico Moccia que tiene el mismo nombre. Para saber que esta película no es digna de ver sólo hace falta saber quien es el maquiavélico director de este bodrio y no podría ser otro que Fernando González Molina, ya famoso por Fuga de Cerebros.
El argumento se basa en que el típico macarra de turno, interpretado por Mario Casas, se enamora de la típica niña bien, interpretada por María Valverde. Os preguntaréis que nos puede ofrecer una película que se basa en tal argumento. La respuesta es: un guión que deja mucho que desear, unos personajes planos y mal interpretados, la mayor cantidad de clichés por minuto que puedan contarse y unas escenas de violencia gratuitas lamentables.
Pero si sois valientes o sadomasoquistas, según se vea y aún seguís teniendo ganas de acudir al cine a ver esta película después de todo lo dicho anteriormente sólo puedo advertiros que en el cine os toparéis con las mismas, o al menos parecidas, adolescentes hormonadas que acuden a ver películas como Crepúsculo.
Lo más triste de todo esto es que se seguirán haciendo muchas más películas como esta mientras se puedan seguir leyendo cosas así:
Una vez más se chafa el optimismo de todos aquellos que observaban cierta mejoría en el cine español y se nos presenta un futuro bastante turbio.
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